Las reflexiones contenidas en este texto tienen la finalidad de “intensificar la sospecha” sobre una acción en particular, un suceso como cualquier otro que tiene lugar en México, pero del que esperamos llegar a inscribir la densa contextura de la que es portador: una mujer, de aproximadamente 40 años, “asiste” a la boda del Gobernador del Estado de México con una popular actriz de telenovelas. Desde la valla de contención y a través del fuerte operativo de seguridad dispuesto por el gobierno de dicha entidad federativa, la mujer pronuncia: “ahí está la Gaviota, hasta que por fin se nos hace verla”. Tenemos conocimiento de este hecho porque la mujer grababa con su celular los brevísimos momentos en que la pareja, ya enunciada como matrimonio por el arzobispo, baja las escalinatas de la Catedral de Toluca, capital del Estado, para saludar al pueblo, compuesto en su mayoría por mujeres, y recibir por unos instantes sus felicitaciones a través de la valla. El soporte de videos online Youtube, nos permite tener acceso al hecho, compartido en video por la mujer que despierta nuestra curiosidad. El Gobernador se convertiría, 2 años después, en el Presidente de la República y su esposa, “La Gaviota” en la Primera Dama.
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