Post publicado en el blog de Daniel Link, miércoles 24 de marzo de 2010.
"En Londres, una investigadora argentina que hace su doctorado inscribe las políticas del duelo en la teoría queer. Se trata, dice ella, de desfamiliarizar la memoria (Madres, Abuelas, Hijos) como estrategia de apropiación del pasado común. No es raro que, en el momento de capturar una causa antiestatalista por definición, el Estado abrace la hipótesis trágica y la potencie. Lo extraño es que la Nación, una ficción de amigos que se escriben cartas, acepte, sin discutirla ni analizarla, la correlación entre memoria, cultura y familia, como si las únicas afecciones en juego se dirimieran en la línea de sangre.
Ignoro a qué resultados puede llevar una investigación semejante ni cuan preparados estamos para sostenerla, pero su ambición teórica me parece, en principio, estimulante. No se trata de desvincular a nadie de su propio duelo, sino de hacerlo participar de agenciamientos más anónimos y colectivos, lo que se llama queer: una política del contagio más que de la reproducción familiar."
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